Soy Jessica Fernaldt Corada, hija de Maria y Americo.  Nací y crecí en Lima, territorio de mi padre y fui migrada a Santiago, territorio de mi madre, siendo aún niña.  Crecí cuidada por sus amores, junto a mis hermanos.  Por su impulso soy ingeniero y rocé el éxito profesional.  Gratitud infinita por ofrendarme su vida.

Mi camino espiritual comenzó cerca de los 32 años, vivía un éxito laboral vacío, tenía gastritis y migrañas crónicas, además de síncope vasobagal.  Consumía mucho, ropa, alcohol, viajes.  Salvo amigas puntuales, mis relaciones eran superficiales y poco nutritivas.  Había cumplido los "sueños" de mamá y papá, sin embargo sentía que esa no era la vida que yo vine a vivir.

Entré en crisis, muy a mi estilo consumí libros, terapias, retiros y certificaciones. 

Por mi impulso dejé una "cómoda" posición empresarial y me entregué de lleno a la experiencia espiritual, el saber ancestral y el despertar chamánico, buenos vientos me trajeron a Chiloé, me guiaron a un maravilloso compañero de vida y a una hermosa tribu de mujeres, llena de relaciones significativas.  Hoy me habito desde la expresión artística en todas sus formas y dedico cada día a asegurarme qué, la versión de mi que deje esta vida, sea mejor que la que era cuando escribí estas líneas.

Soy vegetariana, feminista, anticapitalista, anarquista y soy energía vibrando.  Brillo como el sol en verano, entibio como rayo de sol en invierno, ilumino como la luna llena y para renacer, me sumerjo en la oscuridad de la noche sin luna, del equinoccio de invierno.